Uno de mis mejores recuerdos de pequeña , es sin duda la alegría de mi madre.
Está todo dicho de las madres , pero de la mía queda mucho por contar...
Quedó por decir cuánto le agradezco su alegría contagiosa,
quedó agradecerle que renunció a ella y a todo, por los demás...
quedó por decir que jamas se quejó de nada y que sólo ha dado y ofrecido ,
quedó por decir que su ilusión no ha tenido nunca fecha de caducidad, y que todos sus detalles son mágicos...
Y ahora que ya se ha dicho algo más, no me callaré que me encanta contarle mis aventuras
y que ella me cuente sus deseos,
dejarle notas regalos, cuadros y fotos, planear y descubrirla y redescubrir la..
Y sobretodo girar el mundo ,y cuidar de ella.
Quedó por decir que lo mejor que sé lo aprendí de ella,
sobretodo el mejor secreto: dar sin pedir nada a cambio.