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domingo, 30 de noviembre de 2014

Sonreir

El otro día escuché una gran frase "la paz empieza con una sonrisa" creo que es una cita de María Teresa de Calcuta. Me preguntaba cómo llegaría esta sabia mujer a esta conclusión. Según la etimología hebrea e india "sonreír" significa turbarse, avergonzarse o desconcertarse. Es por ello que me pregunté si el hecho de sonreír podría ser un modo de mostrar nuestra humildad a los demás? ¿y si reírse fuera un modo de mostrar cierta vulnerabilidad frente al otro, pero con confianza, desde una evidente buena intencionalidad, con decisión y con alegría? Quizás podríamos pensar en esto. En el hecho de que sonreír no es solo un acto de alegría, sino que también es un acto de confianza ciega hacia el otro. Si uno confía en el otro, sin más, sin conocerlo, sin ni siquiera hablar con él, el otro ya no debería poder dañarle...

martes, 16 de septiembre de 2014

Artesanos de nuestra propia Vida

Gracias a Ángel Gabilondo (y otras personas), sé que puedo moldear mi vida como una obra de arte. Algo artesano creando la Belleza en mi vida; haciendo que mi vida sea Bella. No siempre es sencillo, pero eso no significa que no sea siempre satisfactorio. Adelante, hacia donde navegan los barqueros, aunque el futuro sea incierto lo albergo yo. Comámonos la verdad aunque, a veces, cause indigestión. Al final nutre. El perdón da la flexibilidad justa para no romperse. Si fuéramos piedras crash-earímos constantemente contra vértices personales y puntiagudos. Sin embargo, aquello flexible se adapta a lo bueno y a lo malo, haciendo que esto último quede en aprendizaje. Decidamos perdonar aquello que elegimos y, por supuesto, que la elección sea de cada uno. Nadie dijo que fuera fácil.

viernes, 22 de agosto de 2014

Love for Change

"La única infidelidad que puede existir es la que te permites a ti misma"

domingo, 18 de mayo de 2014

El festín de Babette

Como buena Mediterránea estoy sensibilizada con los placeres culinarios. Me gusta la buena comida, respeto su elaboración y aprecio la selección de la mejor materia prima. Por eso la película de El festín de Babette (1987) me parece simplemente brillante. En un poblado danés (muy parecido al de La palabra (Ordet, 1955)) viven dos hermanas: Filippa y Matinne (excelentes Bodil Kjer y Birgitte Federspiel). Su vida no parece tener muchas emociones es más bien una vida austera y dedicada a los demás, un camino que quizás no hayan podido escoger. Durante una noche de lluvia llega Babette, viene de París y necesita que la acojan y le den cobijo emocional. No desvelaremos más porqué su identidad debe permanecer en secreto. Tampoco desvelaremos los motivos por los que un día Babbete les ofrece un regalo a las que la han acogido durante más de 13 años: un banquete. ¿Qué puede significar un banquete? un pecado secreto? una receta de vida? Esta vez los comensales experimentan una explosión sensorial en la que el cuerpo y el alma se une a través del placer. Esto les llevará a descubrir verdades de cada uno y a entender, probablemente mejor, las de los demás. Una de ellas es que el triunfo es relativo "¿una vida llena de éxitos puede ser una derrota?". El amor como hilo conductor nos lleva a preguntarnos si dedicarse a lo más simple y conseguir ser bueno sea el mayor triunfo. Sabéis que soy defensora de esta teoría, y a pesar de que no sé si es cierta, si que me anima descubrir que cineastas como Gabriel Axel lo insinúen. Gracias al festín los personajes son más libres, el placer pasa a ser algo bueno, algo que compartir, y de repente son más personas. Más aun de lo que lo habían sido a través de la fe. Como espectadora una se sumerge en el placer sensorial y también en la libertad emocional de los personajes. Las escenas de la cocina son como los mejores cuadros de bodegones, una oda a la elaboración. Cada preparación, cada plato está pintado con el mejor sabor, pincelada a pincelada. Cuando termina la película uno desea cocinar y comer. No las codornices encofradas pero si un manjar con un buen vino esperando descubrir algo más... ¿y si el placer fuera el lugar de encuentro entre el alma y el cuerpo?

martes, 11 de febrero de 2014

"Si tú me olvidas" Pablo Neruda

No soy muy de San Valentín ni de tópicos de amor, pero si de poesía. Quiero a la poesía. Versa desde dentro hacia fuera y no al revés por lo que no puede ser comprendida pero si vivida. Te posee. Recupero a Neruda maestro de la poesía amorosa y acompañante de mis largas noches de insomnio. "Si tú me olvidas" de Pablo Neruda QUIERO que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto: si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana, si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe, aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas no me busques, que ya te habré olvidado. Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces, piensa que en ese día, a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra. Pero si cada día, cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable. Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, ay amor mío, ay mía, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.