CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

viernes, 11 de noviembre de 2016

No más




Siempre he querido cambiar el mundo. No con aires de grandeza pero si con ganas de contribuir a que todo vaya mejor. Suena un poco idealista pero sigue siendo verdad. Siempre había pensado que hay que hacer algo grande para poder cambiar el mundo. Hacer un descubrimiento científico revolucionario, crear un partido político para que las leyes regulen lo que deberíamos regular por nosotros mismos, o una ONG que pudiera mejorar la calidad de vida de tantas personas. Recientemente, he vuelto a casa. He compartido momentos con la gente que más quiero y que más me quiere. Y quiero dar las gracias por ello. A todos aquellos que me dedicáis un pedazo de vuestro corazón, que os queda siempre tiempo para considerar lo que puede necesitar “el otro”. Me he dado cuenta que el cambio está en lo más cercano. Si cuidamos a los que están a nuestro alrededor todo puede cambiar. Quizá sea así de fácil. Queramos a aquellos que están cerca de nosotros, a los que contribuyen en que nuestra vida sea mejor, más plena y con más contenido. No hay tiempo ni energía para todo. Quizás podamos cambiar el mundo solo con dos manos como dice Ben Harper (gràcies Nayibe per la inspiració). Contestemos los mensajes, abracémonos fuerte durante más de 5 segundos, invitemos a un amigo a un café, mandemos una postal, una carta, contestemos un mail o saludemos al conductor del autobús. Quizá el cambio real sea simplemente cuidar lo que tenemos más cerca del corazón. No más.