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lunes, 17 de diciembre de 2012

La Panacea para estos tiempos

La solución está ahí, siempre ha estado y mira que es fácil...

"Según Kropotkin, la sustancia de la historia la forma la lucha entre las fuerzas de ayuda mutua y cooperación por un lado y, las de competencia y egoísmo humano por el otro.  La historia escrita analiza, describe y, lo que es más importante, glorifica la autoafirmación del individuo o de grupos de individuos, sus luchas por la superioridad y los conflictos que originan. La historia tal como ha sido escrita es casi totalmente una descripción de las formas y los medios en que la teocracia, el poder militar, la autocracia y, más tarde, el dominio de las clases más poderosas se han promovido, establecido y mantenido. Kropotkin proclama que esto supone  una ceguera ideológica, cuyo propósito es la justificación del capitalismo y hacernos olvidar el papel histórico que ha tenido la ayuda mutua, prácticas que nacen de los sentimientos de los hombres de solidaridad humana y sociabilidad. La ayuda mutua creó las auténticas condiciones para una vida social en la que el hombre pudo desarrollar sus artes, su conocimiento y su inteligencia. Su conclusión es la de que los períodos en que las instituciones basadas en la ayuda mutua se desarrollaron más completamente fueron también los períodos de máximo progreso en las artes, la industria y la ciencia. Kropotkin arguye que debería construirse la alternativa al capitalismo a partir de las lecciones aprendidas del gran barrido de la historia. Su investigación empírica demuestra que durante largos períodos de tiempo los humanos vivimos en grupos organizados en torno a los principios de cooperación y de apoyo mutuo. Se vio que estas eran las únicas bases permanente para la vida social; la cooperación y el altruismo eran nesupervivencia de la propia progenie, esto fue incluso reconocido por Darwin. El capitalismo está basado en la competencia y esta contradice las lecciones dadas por la historia antropológica. Podemos comprender de dónde procede la competencia; probablemente fue fundacional como fuerte de energía desesperada en los tiempos de amenaza externa grave. Esos períodos de lucha por la supervivencia individual probablemente fueron de corta duración. Por tanto, en el capitalismo elevamos una emoción reactiva, a corto plazo, a la categoría de motivación de largo plazo, de fuerza organizadora, función para lo que no es conveniente. Las sociedades basadas en semejante forma de organización autocontradictoria no pueden sobrevivir. Debemos volver a la cooperación y a la ayuda mutua, ideas estas que hemos seguido transmitiendo de una generación a otra a través de una historia popular susurrada" Extraído de "Carta a Kropotkin" del geógrafo Richard Peet